Las emociones y las inversiones

¡Hola, hola! Empezó junio y vengo a reflexionar un poco sobre la fortaleza mental necesaria para las inversiones y por qué es tan importante únicamente invertir dinero que estás dispuesto a perder. Obviamente lo voy a reflexionar en cuanto a mi situación personal en el pasado mes y medio, desde que empecé a invertir en Criptomonedas además de mis Fondos Indexados.

Llevamos ya unas cuantas semanas en lo que se denomina un «Bear market» o «mercado bajista» en el mercado de las criptomonedas. Lo cual (cito literalmente de Wikipedia) «Es la tendencia contraria a Mercado Alcista o Bull Market, en la que los precios encuentran nuevos mínimos y en un periodo mayor a dos meses los cierres a la baja predominan». Así que, como ya te imaginarás, todas mis inversiones han perdido valor en estas semanas. Estoy aproximadamente en un 65% del valor total de lo invertido ahora mismo y hoy vengo a darte mi opinión y contarte el cómo he vivido esta caída.

Pues, para no engañarte, te diré que se te encoge el estómago cuando ves que tu dinero empieza a perder valor y no para de caer. En mi caso particular, cuando empecé a ver caídas me emocioné, ya que tenía pensado invertir más de cualquier manera, por lo que seguí invirtiendo. El problema fue cuando ya había invertido todo lo que había planeado y las caídas seguían sucediéndose. Ahí fue cuando el miedo se aferró de mí y me entraron las dudas sobre si había tomado la decisión correcta o no al invertir en las monedas que había invertido o si debía haberme quedado con el dinero en cash. Esto me hizo sentirme mal durante un par de días, pero no tomé ninguna decisión. Simplemente aguanté hasta que se calmaran mis emociones para poder decidir de manera racional y no reactiva.

Retirar mi dinero para «controlar las pérdidas» habría sido un error grande, ya que confío en las monedas en que estoy invertido y en su proyecto. Si no fuese así, no habría comprometido mi dinero a este tipo de inversión en un primer lugar. Además de que el dinero que tengo invertido en esas monedas es dinero que no necesito a día de hoy, ni voy a necesitar en el futuro próximo, ya que tengo mi fondo de emergencias completo y parte de mi colchón financiero.

Ahora quizá te pase por la cabeza algo del estilo «¿Pero Edu, de verdad no te importaría perder el dinero que tienes invertido?» Y yo te contestaría que sí que me importaría y me molestaría muchísimo perder todo ese dinero, pero no caería en bancarrota ni me vería obligado a conseguir otro trabajo para poder reponerlo, ya que he invertido dinero que puedo perder sin afectar a mi estilo de vida o mi situación financiera.

También he de contarte que no sólo tuve que controlarme bastante para no vender, sino que tuve que controlarme para ¡dejar de comprar! Sí, tal y como te digo, ver que tu dinero rinde más cuando las inversiones están «baratas» es adictivo y tus emociones te pueden jugar una mala pasada aquí. Por esto es importantísimo que tengas un plan y te adhieras a él sin importar lo que pase en el mercado, siempre que lo que quieras es crear riqueza a largo plazo.

A día de hoy sigo leyendo noticias derrotistas, dando por muerto al Bitcoin y al mercado de las criptomonedas, pero también encontré noticias así en 2010, 2014 y el año pasado y las criptomonedas siempre salen hacia arriba. Yo confío en las monedas que tengo y que estoy «hodling» (término utilizado en el mundo cripto para referirse a comprar mantener las inversiones, sin venderlas), por lo que el ruido de las noticias y de las redes sociales no me afectan.

Las monedas en las que estoy invertido y que pienso que me van a ayudar a llegar a mi libertad financiera en los próximos 3-5 años son Zilliqa y Safemoon. Ambas son monedas pioneras en algo. Zilliqa es la primera en trabajar efectivamente el concepto de «Sharding» que explicaré en otra entrada, y Safemoon es la primera en utilizar los «Tokenomics» (pagar dividendos a quien posee la moneda), multiplicando así la cantidad de Safemoon que tienes en tu Wallet de manera constante y también te lo contaré en otra entrada, ya que hay bastante de qué hablar. Ambas tienen proyectos muy interesantes para el futuro próximo, por lo que creo en ellas y confío en que su valor se multiplicará.

Además, para suavizar esta locura, aproximadamente el 45% de mis inversiones está en Fondos Indexados, los cuales han subido de precio desde que compré, por lo que las pérdidas no son tantas como parecería si sólo hablamos de las criptomonedas. Esta es la gran importancia de tener un portfolio diversificado.

Con esto acabo mi experiencia personal en las últimas semanas. Espero que te sirva de algo leerme y ver que no todo es un camino de rosas para llegar a la libertad financiera. Te iré informando de mis pasos conforme los vaya dando. Nos vemos en la próxima entrada.

¡A ser libres!

Mis primeras inversiones

¡Madre mía! Cuánto tiempo sin pasar por aquí a contarte mis cosas, ¿eh? Desde enero que no escribo nada.

Te doy las gracias, de corazón, por estar en esta entrada después de tanto tiempo sin cumplir con mi compromiso de escribir semanalmente. La verdad es que vivir en Tennant Creek y mi nuevo rol como Gerente residente del motel donde trabajo (hablemos de aumentar tus ingresos, ¿no?) me han consumido mucho tanto emocionalmente como enérgicamente y no he podido empujarme a seguir leyendo y formándome para poder traer información con sentido y fundamentada. ¡Pero eso acaba hoy!

Hoy vengo a contarte sobre mis primeros pasos en la bolsa de valores. No pretendo darte consejo financiero con esta entrada, sino simplemente decirte lo que yo he valorado y las decisiones que he tomado con sus porqués.

Como te comenté en alguna entrada anterior, mis tendencias en cuanto a invertir iban inclinadas por Fondos Indexados a través de la empresa Vanguard como hacen grandes inversores y autores de libros best-seller en el mundo de la Libertad Financiera como Jim Collins o Scott Trench. El por qué de Vanguard es simple: Las comisiones son bajas y sus intereses están alineados con aquellos de sus inversores, ya que, debido a su particular forma de operar, la empresa es propiedad de los propios inversores.

Siendo fiel a todo lo leído, creé mi cuenta de Vanguard y compré mis primeras acciones de fondos indexados. Quería una cartera diversificada y simple, que tuviese que preocuparme por ella lo menos posible, así que decidí invertir en dos fondos distintos que abarcasen la mayor parte del mercado posible:

  • VAS (Vanguard Australian Shares Index Fund) que abarca las 307 compañías más fuertes de Australia.
  • VGS (Vanguard Msci Index International Shares) que abarca aproximadamente 1500 empresas de todo el mundo excluyendo Australia.

Como ves, elegí dos fondos distintos, pero que, combinados, me exponen a prácticamente todo el mercado bursátil. Ambos tienen tasas muy bajas y un ROI (recuperación de la inversión, por sus siglas en inglés) anual más que aceptable. Te dejé los enlaces en las siglas de cada uno para que puedas entrar y ver sus gráficas y su rendimiento sobre los años.

Esta es mi cartera a día de hoy en cuanto a fondos indexados se refiere. Comencé con una cantidad que, para mí, es algo alta; teniendo en cuenta que no tengo, a día de hoy, gran riqueza. Y continúo aportando semanalmente hasta llegar al punto en el que estoy ahora, donde aproximadamente el 45% de mi patrimonio neto (¡el cual ya supera las 5 cifras!) está invertido, trabajando día y noche sin descanso para hacerme más rico.

Y, recientemente, hice algo que hace un par de meses ni se me habría ocurrido, y me arrepiento de no haberlo considerado, porque las ganancias habrían sido increíbles de haberme tomado el tiempo de estudiar y comprender lo que hoy comprendo. ¡Invertí en criptomonedas! Particularmente en DOGEcoin, que es una moneda que nació como una broma en 2013 y que a principios de 2021 valía, a penas, fracciones de céntimo y hoy las he comprado a 0.32 dólares estadounidenses. Personalidades como Elon Musk la han apoyado y empresas como Newegg la aceptan como moneda de pago a día de hoy. El potencial de la moneda es tan grande como el riesgo de que colapse al estilo Gamestop. Debido a esto, mi exposición es bastante baja.

Esta inversión en DOGE la tomo como mi cartera de juego, para aprender a estudiar subidas y bajadas y para entretenerme vendiendo alto y comprando bajo (en 3 días ya gané un 20% de la inversión simplemente vendiendo cuando tuvo su pico a los 0.41USD y comprando de nuevo cuando bajó a 0.32USD), mientras que mi cartera de Vanguard es mi cartera a largo plazo en la cual no pretendo sacar los fondos hasta retirarme con la regla del 4% que comenté anteriormente en esta entrada.

Espero que te haya gustado esta entrada. Aunque ha sido más bien una puesta al día de las cosas que he estado haciendo en los últimos meses y las cosas que he aprendido. En las próximas entradas te daré más detalles de cada una de las cosas que he contado aquí para que queden más claras.

Nos vemos en la próxima.

¡A ser libres!

Vivir por debajo de tus posibilidades 101

Muy buenas, me alegra que estés aquí otra semana más.

Como te prometí la semana pasada, hoy voy a compartir contigo mi visión sobre qué significa, realmente, vivir por debajo de nuestras posibilidades y cuánto por debajo debemos vivir para llegar a nuestra meta de ser financieramente libres, porque sí, todo lo que escribo aquí es orientado a alcanzar la libertad financiera.

Vivir por debajo de nuestras posibilidades es, simplemente, gastar menos de lo que se gana para ahorrar e invertir el restante y, de esta manera, crear riqueza. Esto es bastante simple si sigues los pasos que te dejé en esta entrada. Básicamente: lo más importante si aún no tienes un hábito de ahorrar e invertir o no logras ahorrar todo lo que te gustaría, es controlar tus gastos: Apunta TODO lo que gastes en una libreta, en una app tipo Fintonic, en las notas del móvil, donde sea, pero apunta cada euro que gastes. Cuando sepas a dónde va cada uno de tus euros, podrás reubicarlos en otros sitios más importantes para tu vida.

Cuando controlas tus gastos, tú decides, es así de simple. Una vez tienes tus gastos controlados es cosa de hacer un ejercicio de autoanálisis: de todas las cosas en las que gastas, qué es indispensable, qué cosa aportan valor real a tu vida y qué cosas son meros lujos prescindibles. Te lo aclaro más abajo:

  1. Indispensable: alquiler o hipoteca, facturas (de luz, agua, teléfono, etc.), compra en el supermercado, transporte.
  2. Cosas que aportan valor: cualquier cosa que te haga feliz. En mi caso sería todo lo relacionado con jugar al tenis, café de calidad, cervezas especiales, bailar y la comida (ya sea en restaurantes o comprando producto de primera calidad que no compraría a diario por precio). En tu caso quizá sea el maquillaje, el crossfit, el dibujo, la lectura… Cualquier cosa que te haga feliz de verdad.
  3. Lujos prescindibles: ropa de marca, usar el coche sin necesidad, entrar en Tiger a mirar y salir con 35€ de cosas que vas a perder a los dos días, salir a comer fuera varias veces a la semana, etc. Por simplificarlo, cosas que no te aportan nada extra si lo comparas con otras alternativas más baratas o gratuitas.

Una vez tienes claro qué gastos van en cada una de las clasificaciones, ya has ahorrado; porque lo prescindible puedes eliminarlo de golpe. Luego puedes buscar formas de ahorrar dinero en las otras dos categorías, ya sea buscando un alquiler más barato o alquilando una habitación en tu casa para pagar parte de la hipoteca. Buscando una compañía de teléfono más económica o negociando tu factura con tu compañía actual. Aprovechándote de las ofertas del supermercado y cocinando las comidas de la semana en casa. Utilizando el coche solo para lo que sea estrictamente necesario, etc. Hay millones de formas de ahorrar dinero sin privarte de nada y únicamente requieren un poco de tu tiempo para organizarlo todo.

Recuerda que cada euro que ahorres mensual es un aumento de sueldo inmediato que te estás dando tú a ti misma/o, por lo que, si te da pereza pasar un par de horas un día o dos al mes en hacer esto, piensa que ese par de horas quizá te ahorre 50€ al mes, que son 600€ al año. No salen mal esas cuentas ¿verdad?

Ahora que sabes a dónde va cada euro, has recortado en las cosas que no son importantes y has logrado reducir gastos en las que sí son importantes además de ahorrar todo ese dinero sobrante: te habrás dado cuenta de que no eres menos feliz que antes, porque has recortado en cosas que no te hacían feliz realmente y que te lastraban tu progreso financiero. Ahora sigues siendo feliz y tienes dinero para ahorrarlo.

¿Me estás diciendo que no puedo disfrutar de lujos nunca? No, no digo eso, te puedes dar lujos de vez en cuando, pero recuerda que esos lujos es con el dinero sobrante después de haber ahorrado en primer lugar y pagado tus imprescindibles en segundo lugar.

Vale, dices que tengo que ahorrar primero pero ¿cuánto tengo que ahorrar? Ahorras lo que puedas. Se recomienda un mínimo del 10% de tus ingresos netos para hacer crecer tu riqueza, aunque si quieres llegar a la libertad financiera antes de tu jubilación (65 años) hay que manejar porcentajes bastante superiores, sobre el 30-50% o más. Es difícil llegar a esos números, aunque no es imposible. Y, en caso de no poder llegar a ese 10%, empieza con 10 euros, 5, 1, lo que sea, pero SIEMPRE ahorra, porque sino, estás trabajando y todo tu dinero se lo llevan otras personas. Y recuerda, si te estás dando lujos y no estás ahorrando, tienes que replantearte tus decisiones, porque así no se llega a la libertad financiera.

Entonces, si ahorro un 10% y pago todos mis indispensables ¿luego puedo despilfarrar el resto aunque sea más de un 10%? Sí, sí que puedes, pero volvemos al tema de las decisiones. Tus finanzas son tuyas personales y tú decides cómo vivir tu vida, pero recuerda cuál es nuestro objetivo y por qué estás leyendo esto. Si despilfarras más de lo que ahorras cada mes, tu meta estará mucho más lejos que si aumentas tus ahorros y despilfarras un porcentaje menor.

¿Y qué pasa cuando hay meses con más gastos de la cuenta? Como cuando tengo dos cumpleaños en un mes o en navidad y no puedo ahorrar. Te diré que no es excusa para no ahorrar. Navidad es el 25 de diciembre todos los años y los cumpleaños de tus amigos/familiares son el mismo día todos los años. Si te organizas, puedes ahorrar para esos gastos desde el primer día del año y así, cuando lleguen esas fechas, no serán gastos “extra” sino gastos presupuestados para los que te preparaste.

¿Y si algún mes me pasa algún imprevisto? Para ello tienes tu fondo de emergencia del que hablamos en una entrada anterior.

Si hay alguna pregunta que te surja, déjamela más abajo en los comentarios y podemos debatirlo, así todos aprendemos de todos.

Nos vemos en la siguiente.

¡A ser libres!

¿Qué es vivir por debajo/encima de tus posibilidades?

¡Muy buenas! Hoy vuelvo con otra reflexión, que espero te aporte algo o, al menos, te haga pensar sobre esto en adelante.

Como bien dice el título, siempre se nos ha dicho aquello de «vivir por encima de tus posibilidades es malo» o «hay que vivir por debajo de tus posibilidades para estar seguro», pero ¿qué es vivir por debajo o por encima de tus posibilidades? ¿Cuáles son mis posibilidades? ¿Cómo sé si estoy por debajo o por encima? ¿Y si quiero vivir de acuerdo a mis posibilidades sin irme por encima o por debajo? Pues sobre esto estuve pensando largo y tendido y hoy vengo a contártelo.

He hecho esta pequeña clasificación por facilitar la comprensión del concepto:

  • Vivir por encima de tus posibilidades = gastar dinero que no tienes (ganas 1000€, gastas 1200€ = 200€ de deudas = preocupación)
  • Vivir por debajo de tus posibilidades = siempre tener excedente (ganas 1000€, gastas 800€ = 200€ ahorrados = aumento de tu riqueza de 200€ al mes)
  • Vivir acorde a tus posibilidades = gastar todo lo que tienes sin endeudarte (ganas 1000€ gastas 1000€ = 0€ ahorrados = tu riqueza no aumenta)

Entonces, teniendo esto en cuenta es fácil pensar que el único error es vivir por encima de tus posibilidades, porque queda claro que vas a peor cada mes, cavando más y más profundo el hoyo de la deuda, y que las correctas son vivir por debajo y acorde a tus posibilidades, porque no te endeudas. Bueno, más abajo te contaré mi forma de ver cada caso con ejemplos y, al final, te daré mis conclusiones, pero me encantaría conocer las tuyas también.

  • Vivir por encima de tus posibilidades es un error bastante grave, porque mes a mes tu riqueza decrece y tus gastos aumentan, por lo que cada mes pierdes más y más dinero. Teniendo en cuenta que nuestro objetivo es ser financieramente libres, este estilo de vida NO nos acerca a nuestro objetivo, sino que nos aleja de él. Este estilo de vida, generalmente, lo provocan las ganas de aparentar ser lo que no se es: Comprar coches nuevos o de lujo, comprar ropa de diseñador, accesorios caros, salir a restaurantes de alto nivel, etc.
  • Vivir por debajo de tus posibilidades es lo correcto ya que nuestra meta es ser financieramente libres y, con este estilo de vida, cada mes tus facturas están pagadas y tus ahorros aumentan, acercándote día a día y mes a mes a tu objetivo. Este estilo de vida, generalmente, lo provoca una buena educación financiera y una valoración real de lo que es importante para nosotros y lo que no, reduciendo así gastos sin valor real. Por ejemplo: un Ford Focus te lleva igual que un BMW Serie 1 y por una fracción del precio y una camisa del H&M te viste igual que una de Emporio Armani.
  • Vivir de acuerdo a tus posibilidades también es un error porque vives de salario en salario y cualquier emergencia (por ejemplo: tienes que cambiar el embrague del coche o perder el trabajo) te llevaría a endeudarte y te sería muy difícil salir de esa situación, ya que nunca tuviste excedentes y ahora tus gastos han aumentado. Deberías, en esta ocasión, cambiar el nivel de vida al que estás acostumbrado/a para lograr pagar esa deuda. Entonces, si lo pensamos bien, vivir de acuerdo a tus posibilidades es muy similar a vivir por encima de tus posibilidades, porque el más mínimo aumento en tus pagos te lleva a endeudarte.

En conclusión, pienso que vivir por debajo de tus posibilidades es, realmente, vivir de acuerdo con tus posibilidades. La única forma en la que nunca serás esclavo de tu dinero o tus deudas es no tener deudas nunca y, para ello, es importante tener un buen fondo de emergencias del cual salgan todos esos gastos inesperados, además de un buen colchón económico para solventar una pérdida de trabajo o un ERTE, como ha ocurrido este último año con el Covid-19. No es lo mismo afrontar un descenso en nuestros ingresos teniendo 12 meses de gastos ahorrados que sin tener nada que te mantenga a flote.

En la próxima entrada hablaremos sobre qué significa, realmente, vivir por debajo de tus posibilidades y cuánto por debajo de tus posibilidades debemos vivir. Igualmente, recuerda que las finanzas personales son personales, todo lo que escribo aquí me sirve a mí y quizá a otras personas con una situación o mentalidad parecida a la mía, pero todo es extrapolable.

Nos vemos en la próxima entrada.

¡A ser libres!

¿Nos han programado para ser pobres?


¡Hola a tod@s! Hoy vengo con información muy, muy interesante sobre qué es la programación mental y cómo esta modela nuestra relación con el dinero.

Vamos por partes, como diría Jack: La programación mental no es ni más ni menos que los conocimientos adquiridos durante nuestro desarrollo mental, especialmente durante nuestra infancia. Al nacer, somos un lienzo en blanco, una tábula rasa, como diría el filósofo inglés Locke, en la que nuestro entorno pinta y diseña nuestra forma de pensar, de relacionarnos y de actuar.

¿Por qué es importante nuestra programación mental conforme al dinero? Pensé que nunca me lo preguntarías y me alegra mucho que lo hayas hecho. La razón es bastante simple: la mayoría de las personas no tienen la capacidad interna de generar y mantener grandes cantidades de dinero y los retos que conlleva mantener ese nivel de riqueza. Un ejemplo perfecto de la diferencia de programación mental es la comparación entre las personas que ganan una gran cantidad de dinero en la lotería y los millonarios hechos a sí mismos:

  • Ganadores de lotería: El 70% de los ganadores de lotería acaban arruinados en un plazo de 5 años. Esto se debe, principalmente a su programación mental con respecto al dinero. No son capaces de mantener la riqueza, porque no están programados para ello. La profesora de Estudios de Economía y Empresa de la UOC Elisabet Ruiz ha afirmado que «si una persona ha vivido en una familia en la que nunca ha habido dinero, cuando le toque la lotería se lo gastará enseguida porque no está acostumbrada a tener estas cantidades»; por lo tanto, podemos afirmar que con una programación equivocada, no importa el dinero que ganemos, siempre volveremos al nivel financiero al que estamos acostumbrados a manejar.
  • Millonarios hechos a sí mismos: Es común leer noticias que nos dicen cosas como «La acción de Tesla cae más del 20% después de que Elon Musk dice que «está muy cara»» pero aún con esas pérdidas multimillonarias, Musk sigue siendo multibillonario y Tesla sigue creciendo. Esto es, porque la programación mental de Elon Musk es aquella de un billonario. Él está programado para generar y mantener miles de millones de dólares y manejar las operaciones de varias empresas multimillonarias (Tesla, Solar City, Space X, The Boring Company, etc). He usado a Elon como un ejemplo con mucha visibilidad, pero hay muchos más que han perdido grandes cantidades de dinero, incluso han caído en bancarrota y han vuelto a generar riqueza en relativamente poco tiempo.

Vale, Edu, muy bien, los millonarios son más listos que yo y por eso tienen dinero y yo no, ¿es eso lo que me estás diciendo? No. Ellos no son más inteligentes ni más especiales que tú. Ellos simplemente saben cosas que la mayoría de las personas no, porque no se enseñan en los colegios, institutos o universidades. La clave del éxito de los ricos no se basa en la cantidad de dinero que ganan o que tienen en el banco; se basa en su mentalidad hacia el dinero.

Decidme si os suena algo del siguiente ejemplo: Carla es parte de la clase media. Tiene un coche con sus añitos encima, que todavía funciona de maravilla, vive en un apartamento de alquiler con una compañera de piso y sale de vez en cuando a tomarse algo con sus amigas y amigos. A Carla un día, por su dedicación y buenos resultados en el trabajo, la ascienden en el trabajo y empieza a ingresar 300€ netos extra al mes. Carla, con su nueva posición y su nuevo nivel adquisitivo decide jubilar su confiable coche vendiéndolo para comprarse un nuevo Seat Ibiza con su pantallita, su cámara marcha atrás, etc. Y como tiene más efectivo, sus salidas aumentan en frecuencia de un par de veces a la semana a 3 o 4 salidas entre cenas, cafés y desayunos. Esto os tiene que sonar, aunque sea un poquito, si habéis leído mis posts anteriores porque este comportamiento lo tuve yo y lo explico en el «error 2» de esta entrada.

La programación mental de Carla, al igual que la mía en su momento, con respecto al dinero es deficiente desde el punto de vista de acumular riqueza para, en un futuro, poder ser libre financieramente. Ella está programada para aumentar gastos conforme sus ingresos aumenten; por lo tanto, no importa si le aumentan el sueldo 1000€ al mes más o si gana la lotería, ella encontrará en qué gastar el dinero para que su balance no exceda aquel que está acostumbrada a gestionar.

Nuestra situación económica actual, siendo sinceros, es el fruto que nace de nuestras raíces (programación mental). Generalmente pensamos que nuestro problema es de dinero; sin embargo no lo es. Si seguimos con la analogía de los frutos y las raíces, siendo el dinero los frutos y las raíces nuestra mentalidad y conocimientos, podemos decir que si un árbol da un fruto que no se puede comer, ya sea porque no madura, porque se pudre antes de tiempo o cualquier otra razón, podemos decir que el problema es del fruto y quitarlo del árbol creyendo así que hemos solucionado el problema, pero meses más tarde vuelve a crecer ese fruto incomestible. Y esto es, precisamente, porque lo que nutre al árbol y le da la vida son sus raíces bajo tierra. El problema está oculto; no lo vemos. Nos enfocamos en lo visible, pero tenemos que tener en cuenta que nuestro mundo visible es meramente un reflejo de nuestro mundo invisible, nuestro mundo interior.

Por tanto, podemos sacar la conclusión de que nuestros problemas NO son de dinero, sino de nuestra mentalidad y conocimientos sobre él. Si nunca nos han enseñado a crear riqueza y mantenerla, no importará la cantidad de dinero que nos pongan por delante, siempre lo gastaremos. Tenemos que fijarnos en nuestras raíces y trabajarlas, para que así nuestros frutos sean de alta calidad.

Para concluir os voy a regalar una fórmula expuesta en el libro «Los secretos de la mente millonaria» escrito por T. Harv Eker llamada «El proceso de manifestación»:

PM=P Programación Mental causa nuestro Pensamientos
P=S Pensamientos causan nuestros Sentimientos
S=A Sentimientos provocan nuestra Acción
A=R Acción genera Resultados

Esta fórmula se puede reducir a PM=R; es decir: nuestra programación mental es la que nos da los resultados que tenemos a día de hoy.

En la siguiente entrada os explicaré las formas básicas en las que somos programados y daré las acciones que podéis tomar para cambiar vuestra programación mental actual por una programación más adecuada para la creación de riqueza.

Te invito a comentar bajo esta entrada lo que opinas y si crees que me he dejado algo en el tintero, ya que hay demasiadas cosas de las que se podría hablar sobre este tema y seguramente se me haya quedado algo por contar.

Como siempre, muchísimas gracias por leerme. Hasta la próxima.

¡A ser libres!